¿Leer para dormir o mandar mensajes a altas horas de la madrugada puede aumentar su riesgo de cáncer? Por supuesto que sí. Exponerse a la luz artificial durante la noche desactiva la producción del cuerpo de una importante hormona llamada melatonina.
La melatonina tiene un papel en la prevención del cáncer, fortalecimiento del sistema inmunológico e incluso podría ralentizar el envejecimiento celular, de hecho, ha sido objeto de investigación preclínica en más de 100 enfermedades diferentes.1 Es el “superhéroe nocturno” de su cuerpo y la luz es su principal enemigo.
Durante el último siglo, el mundo desarrollado ha estado realizando un experimento abierto en sí mismo al alargar los días y recortar las noches en un esfuerzo de convertirse en una sociedad productiva las 24 horas al día.
Durante más de 200,000 años, los seres humanos y otras formas de vida desarrollaron órganos que aprovecharon las señales ambientales. Desarrollamos un reloj biológico regido por los ciclos de luz y oscuridad de la Tierra.
La luz artificial altera su reloj biológico y producción de melatonina, con efectos desafortunados en su salud. Como dice el Dr. Russel Reitel, “la luz podría estarlo matando.”
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